ARTE ASIRIO
CIVILIZACIÓN ASIRIA 2150-612 a.C
Los asirios crearon nuevos tipos de palacios y de relieves, si bien partían de modelos previos sumerios y sobre todo caldeos. Todo aquel esplendor artístico brillaba en las ciudades de Nínive y Assur. Asiria que había dependido de Sumer y Akkad, ganó su propio espacio y tiempo, para mostrar su singularidad tras su etapa nómada y por fin asentarse como civilización durante alrededor de 1500 de años.
Las fases de la historia asiria son las tres que se presentan:
1.ª Etapa: El arte paleoasirio (siglo xx a. C. a principios del siglo xiv a. C. aprox.)
Los restos arquitectónicos que se han hallado de esta etapa son escasos. Pero si existe la construcción de un templo en la primera capital del Imperio Asirio: la ciudad de Assur, alrededor del 2100 a.C., atribuído al jefe asirio Ushpiya.
Hecho que apoya la idea de que los asirios abandonarían ya el nomadismo.
En esa misma ciudad de Assur, sucesivos jefes asirios como Kikkiya, continuaron edificando muros y otras construcciones de la ciudad, con lo que se estaban asentando las bases de la nueva civilización. La ampliación del Templo de Assur hasta alcanzar unas dimensiones de 110 x 60 m de planta, es muestra de ello.
Descubrimiento de la ciudad de Assur
Templo de Assur
El Palacio viejo,(1813-1781 a.C.). el primero de los reyes asirios, situado al oeste del Templo de Assur, también fue modificado y remodelado con el paso de los años hasta llegar a obtener una planta de 110,5 x 112 x 98,3 x 98,1 m.
La distribución característica de los palacios asirios, se centraba en torno a una serie de patios, alrededor de los cuales se distribuían las distintas estancias: reales, administrativas o de la servidumbre.
La construcción asiria continuó la tradición caldea empleando materiales como adobe y ladrillo, mientras que la piedra se reservaba para los revestimientos de los muros y la base de los edificios.
Respecto a la escultura de esta etapa, es igualmente escasa. Se conservan en el Museo del Louvre dos piezas de una Estela de la Victoria hecha en basalto. Parece que se atribuye al rey asirio Shamshi- Adad I (1813-1781 a.C.) Los fragmentos de la estela representan al rey en actos de guerra y recuerdan a la Estela de Naram-Sin.
Estela de la Victoria.
En lo que respecta a la glíptica, los sellos continúan el modelo sumerio, aunque con más detalles y precisión. Destacan temas religiosos, sacrificios, procesiones de dioses, asuntos mitológicos y de animales, etc.
2.ª Etapa: El arte medioasirio (hasta el 911 a. C.)
Se denomina así a la etapa mesopotámica, en que se plasma la influencia del pueblo hurrita, a pesar de no conocerse el arte de este pueblo suficientemente.
La construcción más antigua de la que se conservan restos es el Palacio de Adad-Nirari I (1307-1275 a.C.), construido en Assur. Este sigue el diseño característico de estancias en torno a patios, rodeando el perímetro con la muralla.
Los sucesivos reyes asirios se centraron en la restauración y remodelación de edificios pasados como el Templo de Ishtar al que se le añadió una nueva planta.
Con los reinados de Salmanasar I y su hijo Tukulti-Ninurta se impulsó la construcción religiosa y civil, ejemplo: el hipogeo encontrado en las cercanías del Templo de Ishtar, construido en ladrillo y dedicado a dos sacerdotisas. En el se halló un ajuar funerario formado por 22 piezas de alabastro (vasos), objetos de marfil, un sello de lapislázuli y varias piezas de joyería.
Se encuentran también los cimientos del doble templo de Anu y Adad en la ciudad de Assur, construcción emblemática del poder del nuevo imperio asirio.
La escultura que se conserva es escasa.
En bulto redondo se expone en el Museo Británico el torso desnudo de una mujer, elaborado en roca caliza y hallado en 1853 cerca de las ruinas del Templo de Ishtar. Se cree que su datación sería similar a la del reinado del rey asirio Assur-bel-kala, (1074 a 1056 a. C ), al verse una inscripción que lo nombra. Se conserva sin cabeza y con las extremidades rotas. Los expertos creen que pudiera ser la representación de la diosa del amor.
Igualmente se han encontrado estatuillas masculinas y femeninas, fabricadas en terracota esmaltada. Otras figuras de enormes ojos (con las pupilas incrustadas) fabricadas en alabastro, o también, otras figurillas hechas en caliza con ojos cerrados, sin piernas y labios gruesos, que pudieran tratarse de ídolos. Hay algunas piezas con representaciones de animales elaboradas en terracota.
Los relieves: destaca un vaso que se localizó en el hipogeo de las sacerdotisas ya citadas, en el que aparece el relieve de Ishtar, alada, desnuda, en posición frontal, con diferentes adornos como collares, brazaletes y pulseras. (imagen izquierda).
Del siglo XIII a.C. se datan pedestales decorados con relieves, que pudieron servir como tronos para las estatuas que representaban símbolos de culto.
Como ejemplo el pedestal de Tukulti-Ninurta fabricado en piedra de tipo yesosa que se ve en la imagen inferior.

De este momento histórico es relevante la aparición del Obelisco. Se trata de una escultura típica con relieves e inscripciones destinada a dar publicidad al monarca, simbolizando su poder y omnipotencia. Para ello eran ubicados en lugares abiertos y siempre a la vista de todos.
Encontramos el Obelisco de Assur-bel-kala, que se conserva en el Museo Británico con importantes roturas, aunque la pieza más destacada es el llamado Obelisco blanco que se localizó en Nínive y se atribuye a Assur-nasirpal I. Este segundo, como se ve en la imagen de la derecha, presenta relieves en los cuatro lados y escritura cuneiforme. La temática que se representa es religiosa, conquistas del rey, escenas de caza y pago de tributos.
En cuanto a la glíptica, seguiría los modelos anteriores hasta que más adelante se iniciaron nuevos temas, entre ellos los animales, con piezas en solitario, figuras mitológicas como centauros luchando contra leones o algunos héroes capturando a estos últimos. En aquellos relieves, se empieza a vislumbrar la representación paisajística, con árboles y sus ramas extendidas (naturalismo asirio).
Respecto a la pintura, se aprecia como elemento decorativo en el interior de los palacios. Su conservación es escasísima, pero parece ser que se pintaban cenefas con motivos de palmeras o flores de loto que se supone dividían los murales en franjas horizontales entre las que se pintaban míticos grifos, el Árbol de la Vida o animales como las gacelas. Se empleaban cuatro colores básicamente: azul, rojo, blanco y negro.
El único ejemplo del que se tiene constancia se encuentra en el Palacio de Kar-Tukulti-Ninurta, fechado en el siglo XIII a.C. Imagen inferior.
Obelisco blanco
Pintura en el Palacio de Kar-Tukulti-Ninurta. Siglo XIII a.C.
3.ª Etapa: El arte neoasirio (hasta el 609 a. C.)
Es la última etapa de la civilización asiria, brillando principalmente con el rey Sargón II. Momento en el que el arte se utiliza para realzar la figura y poder del monarca, dejándose a un lado la temática religiosa.
La nueva capital se sitúa en Kalkhu, la actual Nimrud, durante el reinado de Assur-nasirpal II, ( 883 a.C-8599 a.C), rey asirio famoso por su crueldad, que convirtió a Asiria en una potencia de Oriente Próximo.
El magnífico Palacio noroccidental de Assur-nasirpal II, se diseña en torno a dos grandes patios conectados entre sí y alrededor de los cuales se distribuían las estancias. El Palacio estaba ornamentado con toros androcéfalos (lammasu) que se aprecian en la imagen izquierda. Se creía que estos toros alados ahuyentaban los maleficios y a los enemigos.
Su hijo Salmanasar III, construiría nuevas murallas para la ciudad de Assur, aumentando el doble el perímetro de las anteriores. Con una visión eminentemente militar, reforzó también las puertas de la ciudad.
Durante el reinado de Sargón II, en los años 722 hasta el 705 a.C., reocupó el Palacio Noroccidental que había sufrido un abandono temporal durante algunos años, para acabar estableciendo definitivamente su residencia en Korsabad.
Este gran palacio se construyó sobre una plataforma con 4 rampas de acceso y con una muralla reforzada con torres.
Se disponen varias puertas monumentales defendidas por gruesos torreones, flanqueados por estatuas gigantes de toros alados de 8 patas, como se aprecia en la imagen derecha. Las dependencias del palacio se distribuyen en torno a varios patios. Al final del patio principal se ubicaba el gran salón del trono, a la izquierda el zigurat y alrededor de sendos patios junto al zigurat estaban tres templos. En la distribución opuesta se situarían el resto de dependencias administrativas y de servidumbre.
Cercano al palacio y sobre la misma meseta, se encuentra un pequeño templete de influencia hitita, que está decorado con relieves referentes a la vida de Sargón II.
A pesar de que la construcción religiosa se encontraba en desventaja frente a los palacios, si existen ejemplos de construcciones de templos como el que dedicó Assur-nasirpal II, a Ninurta, dios de la caza y de la guerra. Formado por dos estancias, en las que una seguía modelos anteriores con anchas antecella y cella, adornada con leones androcéfalos, y la estancia secundaria con una estatua del rey, representando de esa manera, la unión del rey con la divinidad.
Otros templos importantes son: el de Nabu, el de Sin y Shamash o los mandados construir por Sargón II en Dur Sharrukin con fachadas similares decoradas con ladrillos esmaltados y figuras de dioses a los lados de sus puertas.
La escultura se encontraba supeditada a la ideología, por lo tanto era el instrumento del que se servían los monarcas neoasirios para proclamar y exaltar sus hazañas personales. A pesar de que son escasas las muestras y obras que se conservan, las fuentes escritas atestiguan que estos monarcas ordenaron esculpir gran cantidad de piezas.
En concreto en los templos de Nabu y de Sin y Shamash se encontraron estas estatuillas de dioses secundarios que portan el típico vaso manante de la cultura mesopotámica, como el que aparece en la imagen derecha hallado en el templo de Nabu y que se conserva en el Museo del Instituto Oriental de Chicago.
Otras estatuas que se conservan representan a algunos monarcas de una manera estereotipada: inmutables, fijos, sin expresión, con gran rigidez y estatismo.
Estatua del templo de Nabu.
Señalar como otro ejemplo la
figura de Assur-narsipal II, (izquierda) obra datada en el 883-859 a.C., que se conserva en el Bristish Museum. Mide 1,06 m de alto, elaborada en piedra arenisca y que fue encontrada en Kalkhu.
El monarca se representa frontal, con barba y cabellos largos.
En su brazo derecho extendido porta una especie de hoz o cayado y en el izquierdo, doblado hacia su pecho porta una maza. Una pequeña inscripción de ocho líneas en escritura cuneiforme en el pecho, refleja orgulloso sus títulos y genealogía.
Figura de Assur-narsipal II. 883-859 a.C.
a) Son narrativos.
b) Representan los paisajes de sus narraciones.
c) Se precisan los detalles en los elementos narrados.
d) Se intenta captar el movimiento de las figuras que intervienen en la narración, más en los animales que en las personas.
e) Las figuras se representan en tres cuartos y con formas anatómicas marcadas, especialmente la de los animales.
La temática de la narración de los relieves por tanto, incluía acciones de los monarcas o de sus vidas privadas, algo novedoso.
Cacería de leones de Asurbanipal. 645-635 a. C.
Un relieve muy destacado y popular es el de "La leona herida" (imagen derecha). Relieve muy realista que evidencia las heridas por flechas del animal, que se debate entre la vida y la muerte. La leona parece rugir, con sus patas traseras ya paralizadas, en un intento por sobrevivir.
Este bajorrelieve del siglo VII a.C., hecho de alabastro, formaba parte del conjunto escultórico del Palacio de Asurbanipal en Nínive.
En cuanto a la pintura, se trataba por lo general de dibujos con formas armónicas sobre fondo de un único color. El límite de las figuras se contorneaba con un fuerte trazo negro. Como ejemplo, señalar las pinturas del Palacio de Til Barsip, como las dos siguientes. La primera de ellas representa a un lamassu junto a una figura que porta una flor de loto y la segunda una escena de caza de un león.
Pinturas del Palacio de Til Barsip

Para concluir este periodo, indicar una escultura de bulto redondo fabricada en bronce: la figura de Pazuzu, rey de los demonios del viento, que se conserva en el Museo del Louvre.
Mide 15 cm. de alto, y se encuentra en pie, con alas, con garras de águila, con fauces de un león, y con una argolla sobre la cabeza que probablemente permitía colgarlo y emplearse como amuleto.
Estatua de Pazuzu. Bronce. Siglo VIII-VII a.C.
Fuentes:
Lara Peinado, F. (1999). “El arte de Mesopotamia” en Historia del arte, vol. 3. Alcobendas, Madrid: SGEL. ISBN: 8476794029.
Martínez de la Torre, C., Gómez, C. y Alzaga, A. (2009). Historia del arte antiguo en Egipto y Próximo Oriente. Madrid: Centro de estudios Ramón Areces S.A.
Matesanz del Barrio. J. (2022) Archivos de la asignatura Historia del arte antiguo. UBU.
https://www.ecured.cu/Arte_asirio
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-149/asiria/

Comentarios
Publicar un comentario